Los videojuegos son uno de los pasatiempos más extendidos en nuestro tiempo y forman parte de nuestra vida y nuestra cultura, pero no son un juguete, son un producto complejo con muchos formatos y variantes y que, por si fuera poco, se encuentra en constante cambio y expansión. Por eso es normal que a los educadores (en las familias, los centros educativos…) nos resulte muchas veces realizar una buena gestión del consumo de los videojuegos para que este sea sano, responsable y beneficioso.

Por eso hoy os quiero traer 10 consejos o pautas para educar en el consumo responsable y saludable de los videojuegos.

  1. Es importante que nos interesemos por a que juegan, pues para ellos es importante de esta forma les mostraremos que nos interesamos por ellos y ellas y mejoraremos la relación de confianza.

 

  1. Jugar con ellos nos ayudará a pasar un buen rato junto y acercarnos a ellos, además nos permite ver cómo se comportan cuando juegan, de forma que podremos detectar de manera precoz cualquier problema que pudiera surgir. Si lo que te preocupa es que no sabes jugar o te resulta muy complicado aprender pregúntales a ellos y ellas a que juego podéis jugar y que os enseñe, de esta manera se sentirán importantes al saber que también pueden aportarnos cosas.

 

  1. Debemos saber cómo funcionan todas las consolas y dispositivos que tenemos en nuestra casa o centro, para poder saber todas las posibilidades que tienen además de poder jugar (acceso a redes sociales, chats, ubicación por GPS…) y saber cómo configurarlas para un uso seguro, tanto de accesos como de contenidos adecuados.

 

  1. Los dispositivos electrónicos deben ubicarse en zonas comunes y accesibles, de forma que podamos controlar en todo momento el uso que se hace de los dispositivos, a la par que reforzamos la idea del ocio electrónico y en común.

 

  1. Los videojuegos pueden ayudarnos a reforzar la idea del uso comunitario e inculcar valores tan importantes como la importancia de compartir.

 

  1. No debemos olvidar nunca que los videojuegos son un pasatiempo más y por lo tanto formarse es el primer pasatiempo de niñas, niños y adolescentes y siempre debe estar presente.

 

  1. Los horarios y accesos siempre han de ser negociados previamente, cuándo y cuanto se puede jugar como máximo, debe ser algo previamente establecido y siempre tras haber completado sus obligaciones.

 

  1. Debemos ser capaces de inculcar el valor de la privacidad, especialmente en los juegos on line e inculcar la importancia de no compartir información personal ni sensible con personas desconocidas y más si son adultos, tal y como haríamos en la vida analógica. Por eso debemos ser conscientes del nivel de exposición de cada juego y hacérselo saber a las chicas y los chicos.

 

  1. Es importante ofrecer otras alternativas de ocio en familia o en grupo, ya que si solo conoce los videojuegos no elegirá otras alternativas. Es importante, por ejemplo ofrecer alternativas que impliquen ejercicio físico y con personas de su edad.

 

  1. Por ultimo pero no menos importante, el objetivo no es que dejen de jugar a videojuegos sino que aprendan a ejercer su ocio de forma madura y responsable al igual que hacemos los adultos con nuestras aficiones.

 

Aitor Jiménez, psicólogo de Alganda Servicios Sociales

Nº CM-02704.