A lo largo de las últimas décadas Talavera y sus barrios han evolucionado, crecido, cambiado su industria y negocios, sus espacios públicos y privados.

Las personas no vivimos aisladas de estos cambios, formamos parte de nuestra comunidad aunque a veces no participemos activamente de las actividades, las fiestas, o las iniciativas sociales. Compartimos calles, espacios verdes, gimnasio, tienda, escuela, ascensor… sin embargo, cuando pensamos en la comunidad muchas veces nos viene a la mente una idea antigua, lejana, quizá incluso un poco oxidada, como si la cultura de pararse a hablar con los vecinos, pasar la tarde en la plaza de abajo u organizarse de manera espontánea para cualquier fin hubiera caducado. ¿Acaso puede caducar el hecho de que todas y todos somos seres sociales?

No debemos pensar en los barrios como un espacio rígido, delimitado físicamente. El espacio responde a la realidad de las interacciones que se dan entre las personas. No podemos hablar de comunidad si no hay interacción, si no existe la conciencia de poder conseguir la satisfacción de alguna necesidad, de compartir una serie de intereses comunes. Kisnerman (1983).

La comunidad es un proceso de construcción y su resultado                                        

Esa colaboración y apoyo mutuo no siempre pueden surgir de manera espontánea, también tienen que ver con el momento histórico, vital, económico o político que vivimos de manera global. Nuestras ciudades y barrios crecen en tamaño y diversidad, se vuelven complejos, y ante ello siempre es útil ayudar conscientemente a crear condiciones que faciliten las relaciones. La comunidad existe, pero si siempre llega a todo ni a todo el mundo, igual que no lo hacen las políticas o los sistemas de solidaridad. Ante un sistema que tiende al individualismo, cada vez más gente habita el margen.

La dinamización comunitaria promueve la participación ciudadana en las comunidades de manera intencional y consciente,  animando a la población a participar en actividades grupales y fortaleciendo y empoderando a las comunidades locales. Los dinamizadores comunitarios sirven de puente entre las iniciativas, necesidades y planes del día a día y aquellas que surgen desde las instituciones, entre los vecinos y la ciudad, entre las personas y las redes sociales que la rodean. Busca incluir a todos los miembros de la comunidad para que participen en la toma de decisiones o en la implementación de proyectos para el bien común.

La dinamización comunitaria es una estrategia

El proyecto EntrePaseos es una iniciativa de dinamización comunitaria que busca fomentar la participación y la integración social en los barrios talaveranos de El Carmen y El Pilar. Iniciado en 2017 por la Asociación Alganda Servicios Sociales, este año vuelve de nuevo a los barrios con el fin de generar cambios significativos en la convivencia y el desarrollo de los  movimientos sociales a nivel local.

EntrePaseos ha sido apoyado y valorado positivamente por el Gobierno Regional, este 2024 viene financiado por la convocatoria de IRPF Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A través de esta iniciativa, se promueve la colaboración y el empoderamiento de la comunidad, contribuyendo al fortalecimiento de los lazos sociales y al progreso colectivo de los barrios.